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Mostrando las entradas de mayo 23, 2017

Los siete dones del Espíritu Santo

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Los dones del Espíritu Santo son hábitos sobrenaturales infundidos por Dios en las potencias del alma, para secundar con facilidad las mociones de ese mismo Espíritu. Es como un instinto sobrenatural que coloca Dios en la mente y el corazón de la persona que, despojada de sí misma y del apego desordenado a las cosas y a las personas, vacía de sí y de su egoísmo personal, puede sentir las mociones de Dios a través de su Espíritu, y seguirlas dócilmente. Así como las virtudes cardinales y morales se basan en la razón iluminada por la fe internamente, y son por consiguiente a modo humano, ya que es la persona que actúa iluminada por lo que cree con su inteligencia, secundando esta iniciativa Dios con su gracia, en este caso es Dios quien actúa como causa externa, y la persona quien sigue la moción divina, por lo que los actos que producen los dones ya no son al modo humano, sino al modo divino o sobrehumano. Los dones del Espíritu Santo son siete, número muy querido en ...

Próxima Experiencia Emaús Hombres

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El egoísmo es una epidemia espiritual, comparable con la hipertensión.

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Fr. Nelson Medina nos ofrece una clase magistral en donde compara el egoísmo con la hipertensión y nos da una guía para estar alertas ante esta epidemia que está metida en nuestro ADN y que todos padecemos. Compartimos con ustedes esta interesante clase del Fr. Nelson Medina   Una comparación con la hipertensión La hipertensión ha sido llamada «asesino silencioso» porque da muy pocas señales externas, lo cual le permite avanzar e instalarse en el cuerpo de su víctima. La hipertensión hace particular daño en el corazón y en el cerebro; metafóricamente: en nuestros sentimientos y pensamientos (proyectos) La hipertensión no se cura con una intervención drástica, como decir, una cirugía, sino que requiere medicamentos y a la vez cambios en el estilo de vida. La persona hipertensa puede verse saludable, así como un egoísta radical puede llegar a ser una persona muy agradable, pero sólo cuando le conviene, y en la medida en que logra lo que quiere. SIN EMBARGO, la hipertensi...