¿Dios niega la salvación a los ateos?
Los no creyentes pueden tener una fe anónima que brota del amor y que, de este modo, los conduce a la salvación Aunque no parezca tan evidente, todos los seres humanos somos por naturaleza seres religiosos, fuimos creados capaces de relacionarnos con lo trascendente. ¿Cómo lo sabemos? Porque buscamos el sentido de la vida y el sentido definitivo de las cosas que nos pasan; porque nos preguntamos de dónde venimos y a dónde vamos; porque no somos conformistas, estamos siempre insatisfechos; porque nos cuestionamos sobre cosas que van más allá de lo que vemos. Y esto lo podemos hacer gracias a las dos facultades del alma que todo ser humano tiene, sea ateo o no: somos seres capaces de conocer y de amar; en consecuencia capaces también de vincular nuestra vida a un “principio” rector que le da a la vida plenitud, unidad y armonía; sentido, en fin en definitiva. El vincular la vida a este”principio” rector (Dios) es la actitud propiamente religiosa del ser humano aunque es...