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Mostrando las entradas de octubre 23, 2017

8 claves para entender Halloween: el consumista, el satanista y las alternativas cristianas

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Los disfraces de zombis son divertidos, pero los muertos de ficción no deberían distraernos de nuestros difuntos reales La noche del 31 de octubre muchos celebran el festival de Halloween, una fiesta de origen norteamericano que se ha extendido por Occidente a través de las  películas, la afición al género de terror, los disfraces, una cierta cultura de la transgresión y las clases de inglés en los colegios . Vale la pena entender esta nueva moda, sus orígenes, efectos y alternativas. 1. El origen del nombre La Solemnidad de todos los Santos es el 1 de noviembre y en la Iglesia se empieza a celebrar desde la noche anterior. Por ello la noche del 31 de octubre, en el inglés antiguo, era llamada “ All hallow’s eve ” (víspera de todos los santos). Más adelante esta palabra se abrevió a “Halloween”. 2. Las raíces celtas y el trato con muertos Antropólogos e historiadores consideran que al menos desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del noroeste europeo c

La Cruz de Tierra Santa. Por Pbro. Santiago Quemada

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¿Por qué la cruz de Tierra Santa, que los franciscanos ostentan en su escudo, tiene cinco cruces? Muy probablemente, las cinco cruces representan las cinco llagas de la pasión de Jesús: las heridas en los pies, en las manos y en el costado. Las primeras cuatro provocadas por los clavos, la última por la lanzada de un soldado romano, como leemos en el evangelio de Juan: “Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua” (19,33-34). El propio Resucitado presenta sus llagas al apóstol Tomás: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe” (Juan 20,27). La devoción a la pasión del Señor y a las cinco llagas se desarrolló en la Edad Media, en particular gracias a san Francisco de Asís. Los estigmas recibidos por él corresponden a las cinco llagas e indican su plena conf