Puentes y barricadas. por Carlos L. Rodriguez Zía
Desde el minuto cero de su papado, Francisco viene promoviendo la cultura del encuentro. La que puso en práctica ni bien el mundo lo vio aparecer en el balcón, aquel 13 de marzo de 2013. Antes de impartir la bendición, él pidió ser bendecido por la gente. En este gesto podemos apreciar una de las condiciones esenciales para un buen ejercicio de la cultura del encuentro: ir hacia el otro. No esperar que el otro siempre venga a mí. Pero para conseguir eso, hay que realizar dos tareas previas. La primera: construir puentes. La segunda: intentar no caer en la tentación de armar barricadas Ahora, la pregunta que cabe hacerse es si somos conscientes de eso. En mi caso, no todos los días. ¿Por qué ocurre esto? ¿A mí y entiendo que a muchos más? Si nos encanta la propuesta del Papa y en nuestro interior la reconocemos como algo muy positivo para nuestra vida. ¿Comodidad? ¿Orgullo? ¿Ira? ¿Resentimiento? Convengamos que puede ser un poco de todo esto y más, suministrado en pequeñas y progr...